“Vivir sin filosofar es propiamente tener los ojos cerrados, sin intentar abrirlos nunca; y el placer de ver todas las cosas que nuestra vista descubre no tiene ni punto de comparación con la satisfacción que nos da su conocimiento mediante la filosofía; y este estudio es más necesario para regir nuestras costumbres y guiarnos en esta vida que el uso de nuestros ojos.”
Los principios de la filosofía, Renée Descartes